La idea de ponerse de acuerdo generalmente implica que lo hacemos para el bienestar común, desgraciadamente la evidencia muestra que no siempre es así:
La Paradoja de Abilene describe una situación en la que un grupo de personas toma una decisión conjunta que ninguno de los individuos realmente desea, debido a una falta de comunicación y a la creencia errónea de que todos los demás están de acuerdo con la decisión.
Por lo que es común que la gente tome una decisión porque piensa que los demás desean eso. Cuando todos son honestos respecto a esto, notan que nadie realmente quería eso.
Origen de la historia:
La paradoja fue introducida por Jerry B. Harvey, un profesor de gestión en la Universidad George Washington, en un artículo de 1974 titulado «The Abilene Paradox: The Management of Agreement». En su artículo, Harvey cuenta una anécdota personal. Un día caluroso de verano en Coleman, Texas, estaba con su familia en la casa de sus suegros. Su suegro sugirió un viaje a Abilene, una ciudad a 85 km de distancia, para cenar. Aunque nadie realmente quería ir, todos estuvieron de acuerdo, pensando que los demás sí querían.Después de un viaje incómodo y una cena mediocre, cada miembro de la familia admitió que habían aceptado el viaje solo porque pensaban que los demás querían ir. En realidad, nadie quería hacer el viaje, pero todos actuaron bajo la falsa suposición de que los demás sí querían.
Puntos clave:
• Propuesta inicial: El suegro sugirió el viaje a Abilene.
• Aceptación grupal: Todos aceptaron la propuesta por cortesía y para no crear conflicto.
• Resultado insatisfactorio: El viaje fue incómodo y la cena no fue buena.
• Revelación posterior: Todos confesaron que aceptaron el viaje pensando en lo que los otros querían, no en sus propios deseos.
Significado en la vida diaria:
1. Toma de decisiones en grupo: A menudo, en reuniones de trabajo o en familia, las personas pueden estar de acuerdo con algo que no desean porque creen que los demás están de acuerdo.
2. Falta de comunicación: La paradoja resalta la importancia de la comunicación clara y honesta. Expresar tus verdaderos deseos y preocupaciones puede prevenir decisiones no deseadas.
3. Presión social: A veces, la gente acepta ideas por presión social o por no querer ser el «aguafiestas», aunque internamente no estén de acuerdo.
4. Consecuencias indeseadas: Tomar decisiones basadas en suposiciones incorrectas puede llevar a resultados insatisfactorios para todos los involucrados.
Cómo evitarlo:
1. Fomentar la honestidad: Crear un ambiente donde las personas se sientan cómodas expresando sus verdaderos sentimientos y opiniones.
2. Clarificar intenciones: Preguntar directamente a cada miembro del grupo sobre sus verdaderas preferencias antes de tomar una decisión.
3. Aceptar el desacuerdo: Entender que no estar de acuerdo es normal y puede conducir a mejores decisiones.
En resumen, esta paradoja nos recuerda la importancia de la comunicación abierta y honesta, es muy común que uno acepte ciertos viajes, acuerdos, planes para quedar bien y la realidad es que hay mucho riesgo de quedar mal.
No expresar nuestras verdaderas opiniones nos deja insatisfechos a nosotros y lo más seguro es que también a los demás.